miércoles, 29 de agosto de 2012

El Impostor - Manuel L. Alonso




Datos del libro:

Título: El Impostor

Título original: El Impostor

Autor: Manuel L. Alonso

Sinopsis: Eduardo, un muchacho huérfano de dieciséis años, va a Palma de Mallorca para encontrarse con su tío Miguel, un hombre rico y enigmático, que a partir de entonces será su tutor. Pero el tío Miguel resulta ser un estafador y carterista que intentará enseñar el oficio a su sobrino. Un final lleno de sorpresas marcará profundamente la vida de Eduardo.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Anaya

ISBN: 9788420741581

Fecha de edición: 07/1994

Tamaño: 23x13 cm

Número de páginas: 128

Idioma: Español

Encuadernación: Rústica

Precio: 7,21 euros


Período de lectura:

Empezado: 28 de agosto de 2012

Terminado: 29 de agosto de 2012


Una pequeña opinión personal:

Entretenido libro que narra las peripecias de un adolescente junto a su tío, mientras éste le va introduciendo en el negocio del engaño y la estafa.

El libro es ameno y se lee de manera bastante rápida, va entrando por sí solo. Además, tiene algunas reflexiones bastante interesantes, lecciones que parece que hemos olvidado pero no vendría mal recordar de cuando en cuando.

Es un libro que hará sentirse identificado a los adolescentes y a los que ya no lo son, pero que aún recuerdan cómo era, cómo se sentía el mundo a través de los ojos de un adolescente...


Nota

8/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Yo no lo compraría para mí... pero sí lo tendría en cuenta como opción para regalar a algún adolescente que estuviera adentrándose en el mundo de los libros; porque además de que se lee fácil y rápidamente, es bastante probable que se sientan idenfiticados con el protagonista, que muchas veces "no se aguanta a sí mismo".


Citas:

"La virtud consiste en hacer el bien que es posible y adaptarse al mal que es inevitable." (Joseph Conrad)

Es curioso lo que ocurre con los rasgos de la cara: conforme se madura y envejece, disminuyen de tamaño los ojos y siguen creciendo la nariz y las orejas; en cuanto a los labios, las personas no especialmente sensuales los pierden antes de la mitad de su vida.

Habría que confesar aquí que por temperamento y carácter yo no era precisamente amable. No se puede esperar que lo sea un chico de quince o dieciséis años que a menudo no se aguanta a sí mismo.

Después de haber vivido toda mi vida en una ciudad de cuatro millones de habitantes estaba perfectamente entrenado para ver a los demás no como personas reales sino como simples unidades que pasan al lado y en seguida desaparecen para siempre, por lo que no vale la pena prestarles atención.

La vida real no suele ser amable.

Ante un oyente de dieciséis años, todos los adultos adoptan uno de estos dos papeles: se ponen didácticos o intentan que los tomes por un compañero, para lo cual imitan sin pudor los modelos de hablar de la gente de esa edad.

-Simenon y Stevenon son fuentes preciosos de conocimeinto sobre la naturaleza humana. Simenon demuestra que no hay por qué avergonzarse de ser débil o cobarde, ya que todos lo somos. Stevenson nos enseña que el hombre está compuesta de bondad y maldad a partes iguales.
-Iguales, ya entiendo-respondí decidido a tomarle el pelo.
Rectificó:
-Buneo, no tan iguales. Es precisamente la diferencia de proporciones entre nuestra parte buena y nuestra parte mala la que nos distingue a unos de otros.

No vivas pensando en el mañana porque puede que no haya un mañana.

Hay momentos, cuando eres un adolescent, en que necesitas hacer algo aún sabiendo que es perjudicial o peligroso, o precisamente porque lo sabes. Poe llamaba a eso el instinto de la perversidad. Es lo que te atrae en un abismo, lo que te lleva a hurgar en una muela enferma o a probar una droga.

Un hombre necesita puntos de referencia inmutables y sólidos. No conozco ninguno mejor que el mar. Siempre sabes que puedes contar con él, que ocurra lo que ocurra permanecerá indiferente. Es como si te recordara: "Esto también pasará, todo pasa."

Los adultos tienden a olvidarlo o aducen que a eso no se le puede llamar amor, pero lo cierto es que cuando tienes diecisiete años te enamoras de modo fulminante cada pocos días. Ocurre de golpe, con un intercambio de miradas.

-¿Qué crees que es lo más importante en la vida?-preguntó Miguel de improviso.
-No estoy seguro, pero sospecho-respondí imitando su propio estilo-que me lo vas a decir tú.
-Lo único importante-dijo impertérrito-, lo que de veras cuenta, aquello por lo que vale la pena pagar cualquier precio, es el tiempo.
-Creí que ibas a decir "salud, dinero y amor".
-No, no-rebatió muy seriamente, porque a veces tenía menos sentido del humor que un zapato-. La salud es sólo una premisa, y lo otro, bueno, viene y se va. El tiempo, mi querido muchacho, el tiempo. Ser dueño de las horas y poblarlas a tu capricho: ésa es la verdadera riqueza.

-Dime alguna cosa de la que te sientas particularmente orgulloso.
Lo pensé en serio. Tenía que haber alguna, ¿no?
-La última vez que lloré por algo tenía cuatro años. Me prometí que no volvería a llorar en mi vida por nada, y continúo manteniendo mi promesa.
Me miró con una especie de lástima o decepción.
-No es una cosa para estar orgulloso. Creo que te equivocas. El hombre no debe avergonzarse de mostrar sus sentimientos. Pero dejémoslo, te diré de qué estoy orgulloso yo. Mira.
Me mostró su muñeca izquierda. Era una muñeca peluda y bastante corriente y así se lo dije.
-¿No le ves nada de particular?
Le aseguré que no.
-¡No llevo reloj! ¡Hace quince años que no uso reloj! Me levanto a la hora que quiero, voy a mi aire. Llego a los sitios cuando me parece bien, y si no llego no pasa nada. Ahora dime cuántos millonarios se pueden permitir algo así.

Tampoco Miguel parecía recordar su propia adolescencencia. A pesar de que una vez se había mostrado comprensivo con esa desgracia que es tener menos de dieciocho años, a veces una palabra suya o una mirada me hacían sospechar que no estaba lejos de sentir cierta envidia de mi edad, lo que a mí entonces me parecía monstruoso. Hoy lo entiendo mejor.

Mucha gente piensa que amar sin reservas, sin cálculo, sin prudencia, es posible solamente una vez en la vida. No es poco. Supongo que algunos no alcanzan ni eso.

Si lo piensas bien, verás que casi todas las personas, cual.quiera que sea su actividad, son una especie de intermediarios entre alguien que tiene una cosa y alguien que la desea.

Es curioso lo que pasa con las hienas: todos los viajeros saben que se alimentan exclusivamente de cadáveres, pero a pesar de ello hacen cualquier cosa para no cruzarse con una de ellas.

"¿Cómo crees que ganaron su dinero los ricos, idiota?-dijo una voz dentro de mí-. ¿Trabajando?"

"El tiempo-había dicho él-es lo más importante de la vida". Y yo hubiera pagado cualquier precio para poder darle parte del mío, de los años que me quedaban por vivir. Me parecía entonces, y todavía hoy lo pienso, que es injusto que el tiempo se nos conceda tan lentamente y se nos arrebate de un solo golpe.

lunes, 27 de agosto de 2012

Los Cucos de Midwich - John Wyndham




Datos del libro:

Título: Los Cucos de Midwich

Título original: The Midwich Cuckoos

Autor: John Wyndham

Sinopsis: Los cucos ponen sus huevos en nidos ajenos. Pero lo más importante del cuco no es cómo ha llegado el huevo al nido, ni por qué la madre ha elegido un nido u otro. El verdadero motivo de preocupación, una vez abierto el huevo, es lo que el pájaro recién nacido realizará a continuación. Y eso, sea lo que sea, vendrá dado por su instinto de supervivencia, un instinto caracterizado por la más pura crueldad.
Ahora, un cuco -venido de muy, muy lejos- ha anidado en Midwich y está dispuesto a cambiar la raza humana. Descubre sus intenciones en esta absorbente novela de realismo fantástico y ciencia ficción.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Acento Editorial

ISBN: 9788448301903

Fecha de edición: 02/1997

Tamaño: 21x14 cm

Número de páginas: 221

Idioma: Español

Encuadernación: Rústica

Precio: 7,48 euros


Período de lectura:

Empezado: 19 de agosto de 2012

Terminado: 28 de agosto de 2012


Una pequeña opinión personal:

A pesar de que en un principio no era muy amante de la ciencia ficción, reconozco que cada vez me va gustando más... sobretodo cuando cae en mis manos alguna joya como este libro.

Pues bien, me ha parecido una de las mejores novelas de ciencia ficción que he leído... y no le falta razón a la sinopsis cuando dice que la novela es absorbente; ciertamente, en mis ratos de lectura, era ponerme con ella y se me pasaba el tiempo sin darme cuenta, deseando tener otro ratito para continuar con la historia.

Es más, el libro me parece una metáfora de la sociedad, diré más, incluso de la humanidad, del comportamiento humano... y hasta aquí puedo decir sin destripar nada. Tendréis que leer el libro para saber a qué me refiero.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, si os gusta la ciencia ficción, esta novela no os defraudará... Y, si no os gusta, creo que es una muy buena opción para iniciarse. No creo que esta novela deje a nadie indiferente.


Citas:

-Espero que no le moleste-se disculpó-. Me parece que una vez que Bach ha empezado un canon hay que dejar que lo acabe. Además-añadió, mirando al tocadiscos-, aún carecemos de un código para tratar con estas innovaciones. ¿Acaso es el arte de la música menos valioso porque él no esté presente físicamente? ¿Qué es lo más correcto, que yo le dé la razón a usted, que usted me la dé a mí, o que los dos se la demos al genio, aunque sea un genio vía tocadiscos? Nadie puede contestarnos. Nunca lo sabremos.

Cuando se es joven-dijo muy comprensivo-, lo no convencional, lo no regulado, la forma de vida rápida y sin grandes preocupaciones tiene un aspecto romántico. Pero a partir de ello, y creo que estará usted de acuerdo, no se puede dirigir un mundo tan complejo. Por fortuna, nosotros en Occidente aún mantenemos el esqueleto de la ética, pero hay signos de que los viejos huesos encuentran el peso del conocimiento difícil de soportar, ¿no cree?

A pesar de ello fue una agradable velada que me hizo preguntarme cómo podía ser uno tan descuidado que dejara que algunas personas desaparecieran de su vida.

Ahora lo que es importante en lo que respecta al cuco no es cómo el huevo apareció en el nido, ni por qué fue elegido ese nido, lo importante es lo que ocurra una vez que haya salido del huevo, lo que intentará hacer entonces. Y eso, fuere lo que fuere, será motivado por el instinto de la supervivencia, un instinto que se caracteriza ante todo por su implacabilidad.

Me pregunto si alguna vez se acuñó una catacresis más ignorante y tonta que la de "madre naturaleza". Porque la naturaleza es tan despiadada, espantosa y cruel, que es por lo que se inventó la civilización. Uno piensa en los animales como salvajes, pero incluso el más feroz de entre ellos parece casi civilizado al lado de lo que es capaz de hacer un superviviente en el mar; en cuanto a los insectos, sus vidas se sostienen sólo por unos procesos intrincados de fantástico horror. No hay ningún concepto más falaz que el sentido de bienestar que sugieren las palabras "madre naturaleza". Cada especie tiene que esforzarse para sobrevivir, y lo hace utilizando todos los medios a su alcance, por muy horribles que sean, a menos que el instinto de supervivencia entre en conflicto con otro instinto.

Si quisieses desafiar la supremacía de una sociedad que fuese bastante estable, y estuviese bastante bien armada, ¿qué harías? ¿Te enfrentarías a ella en su propio campo lanzando un asalto probablemente costoso y destructivo? ¿O si el tiempo no importase demasiado preferirías emplear una táctica más sútil? ¿Intentarías introducir de alguna forma una quinta columna para atacar desde dentro?

Parece evidente que si A, B y C comparten una consciencia común, entonces lo que A expresa es también lo que piensan B y C en esas circunstancias, sujetas únicamente a las modificaciones que surgen debido a las diferencias físicas entre ellos.
En otras palabras: si hago una pregunta a uno de estos chicos, recibiré la misma contestación de cualquiera al que pregunte; si le pido que lleve a cabo una acción, tendré más o menos el mismo resultado.
Pero lo que quiero demostrar es esto: no será el individuo el que me conteste o el que lleve a cabo la acción que le pida; será una actuación del grupo.

Es un truco evolutivo bien establecido para soslayar un obstáculo. Varias formas que al principio parecen ser individuos resultan ser colonias que funcionan como individuos. Por supuesto, los mejores ejemplos proliferan entre las formas más sencillas, pero no hay razones para que se queden confinadas en ellas. Muchos de los insectos están cerca de eso. Las leyes de la física les impiden aumentar de tamaño, así que idean una mayor eficiencia al actuar como grupo. Incluso nosotros nos juntamos en grupos conscientemente, y no por instinto, por las mismas razones.

Un espíritu es una fuerza vital; por tanto, no es estático, es algo que tiene que evolucionar o atrofiarse. La evolución del espíritu supone el desarrollo posterior de un espíritu superior. Supongamos, entonces, que este espíritu superior quiere aparecer en escena. ¿Dónde va a morar? El hombre corriente no está hecho de forma que lo pueda contener; tampoco hay un superhombre para alojarlo. ¿No podría entonces, a falta de un vehículo adecuado, formar una consciencia colectiva en grupo? Algo parecido a una enciclopedia que se ha hecho demasiado grande como para ocupar un solo tomo.

La paloma no es cobarde porque respete al halcón, es sencillamente prudente.

La arrogancia del hombre es presunción, la de la mujer la lleva en su fibra. De vez en cuando contemplamos los señoriales dinosaurios de antaño, y nos preguntamos cuándo, y cómo, terminará nuestra insignificante época. Pero ella jamás. La eternidad de ella es un artículo de su fe. Grandes guerras y desastres aparecen y desaparecen, las razas aumentan y disminuyen, los imperios se marchitan con el sufrimiento y la muerte, pero todo eso es superficialidad; ella, la mujer, es eterna, esencial; existirá para siempre. No cree en los dinosaurios; tampoco cree que el mundo existiera antes de su llegada a él. Los hombres pueden construir y destruir, y jugar con sus juguetes; ellos son unos estorbos incómodos, conveniencias efímeras, meros latosos, mientras que la mujer, con su vínculo místico umbilical con el árbol de la vida, sabe que es indispensable. Uno se pregunta si la hembra de dinosaurio estuvo en su época dotada con esa misma cómoda certeza.
Es que mientras el hombre encuentra abominable la idea de su eliminación, ella, simplemente, la encuentra impensable. Y ya que no la piensa, tiene que considerar la hipótesis frívola.
Pero, amigo mío, sin uno no está cegado por un sentido de la imprescindibilidad, tenemos que comprender que nosotros, lo mismo que todos los señores de la creación, seremos sustituidos algún día. Puede ocurrir de dos modos: o nosotros mismos lo provocamos, mediante la autodestrucción, o por la intromisión de alguna especie que no somos capaces, por carencias técnicas, de someter.
Físicamente somos unas pobres y frágiles criaturas comparadas con otros animales, pero los vencemos porque tenemos más inteligencia. Lo único que nos puede someter es alguien con una inteligencia superior a la nuestra.

Uno sabe bien que Francis Bacon escribió: Nam et ipsa scientia potestas est, los conocimientos son en sí el poder, y uno tiene que lamentar el hecho de que un sabio tan eminente diga tonterías. El enciclopedista tiene miles de conocimientos, pero no puede hacer nada con ellos; todos conocemos a personas con una memoria prodigiosa para los hechos, pero incapaces de aprovecharse de ellos; una computadora puede imprimir página tras página la información que tiene almacenada, pero no vale para nada hasta que no la interprete la comprensión. El conocimiento es sencillamente una especie de combustible; hace falta el motor de la comprensión para convertirlo en poder.

"Cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda, por muy improbable que sea, debe de ser la verdad."

En un dilema en el que todas las salidas son inmorales, aún queda la posiblidad de actuar por el bien de la mayoría.

lunes, 20 de agosto de 2012

El Señor de las Moscas - William Golding




Datos del libro:

Título: El Señor de las Moscas

Título original: The Lord of the Flies

Autor: William Golding

Sinopsis: Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos que consiguen llegar a una isla. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes. Ralph se convierte en el cabecilla de los que están dispuestos a recolectar y a construir refugios, mientras Jack se convierte en el jefe de los cazadores, animados por un espíritu aventurero. Las tensiones entre ambos bandos no tardan en aparecer.
Partiendo de este esquema, el Premio Nobel William Golding crea una fábula moral sobre el lado más oscuro de la naturaleza humana. Una novela deslumbrante en la que se ha visto desde una requisitoria moral contra la educación represiva hasta una parábola acerca de los instintos básicos del ser humano.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Edhasa

ISBN: 9788435009515

Fecha de edición: 05/2005

Tamaño: 23x14 cm

Número de páginas: 480

Idioma: Español

Encuadernación: Cartoné

Precio: 19 euros


Período de lectura:

Empezado: 16 de agosto de 2012

Terminado: 19 de agosto de 2012


Una pequeña opinión personal:

Me ha parecido una lectura muy dura, una metáfora de la sociedad... de cómo, los seres humanos, cuando nos vemos acorralados y se nos despoja de nuestro "sistema", no podemos evitar volver a lo salvaje. De como pueden llegar a ser de aterradoras las tinieblas del corazón humano.

Y, aunque se la cataloga como lectura juvenil, a mí me pareció muy adulta.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, es una lectura que bien merece la pena. Una cosa es seguro, no nos dejará indiferentes.


Citas:

Quería decir que la gente nunca resulta ser del todo como uno cree que es.

-Me da miedo-dijo Piggy-y por eso le conozco. Si alguien te da miedo, le odias, pero no puedes dejar de pensar en él.

Las mejores ideas son las más sencillas.

Su mente estaba llena de recuerdos... del conocimiento... que ellos habían vencido a un ser vivo, de haberle impuesto su voluntad, de haberle arrancado la vida, con la satisfacción de quien sacia una larga sed.

Piggy tenía un buen cerebro, a pesar de aquel ridículo cuerpo. Ralph se había convertido ya en un especialista del pensamiento y era capaz de reconocer inteligencia en otro.

La vida... es una cosa científica... Sé que no hay un monstruo... y también sé que no hay que tener miedo... A no ser que nos dé miedo la gente.

Tal vez hay un monstruo... Tal vez somos nosotros.

El mundo, aquel mundo comprensible y racional, se escapaba sin sentir.

Ralph... trataría las decisiones del día como si se tratase de una partida de ajedrez. Lo malo era que jamás sería un buen jugador de ajedrez.

Ralph lloró por la pérdida de la inocencia, las tinieblas del corazón humano y la caída al vacío de aquel verdadero y sabio amigo llamado Piggy.

Kafka a la platja (Kafka en la Orilla) - Haruki Murakami




Datos del libro:

Título: Kafka a la Platja (Kafka en la Orilla en español)

Título original: Umibe no Kafuka

Autor: Haruki Murakami

Sinopsis: Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón, si es que la hay, son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica, y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, a quienes apenas recuerda porque también se marcharon de casa cuando era muy pequeño. El azar, o el destino, le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa mujer mayor, tan mayor que podría ser su madre, llamada Saeki. Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia –en el sentido clásico–, sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido –en el sentido real–: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida. En una excursión escolar por el bosque, él y sus compañeros cayeron en coma; pero sólo Nakata salió con secuelas, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para expresarse y comunicarse... salvo con los gatos. A los sesenta años, pobre y solitario, abandona Tokio tras un oscuro incidente y emprende un viaje que le llevará a la biblioteca de Takamatsu. Vidas y destinos se van entretejiendo en un curso inexorable que no atiende a razones ni voluntades. Pero a veces hasta los oráculos se equivocan.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Empúries

ISBN: 9788497872096

Fecha de edición: 11/2006

Tamaño: 23x15 cm

Número de páginas: 480

Idioma: Catalán (también disponible en español)

Encuadernación: Rústica (con solapa)

Precio: 23 euros


Período de lectura:

Empezado: 06 de agosto de 2012

Terminado: 16 de agosto de 2012


Una pequeña opinión personal:

Primer libro que me leo de Haruki Murakami y seguro que no será el último. Me ha encantado.

El libro es raro y surrealista. De hecho, muy raro y muy surrealista... pero es quizá esa rareza, ese soplo de aire fresco, lo que lo hace tan interesante.

Tal vez también influya el hecho de que me encanta el surrealismo; me encantan las novelas en las que se mezclan las vidas de dos o más personas, ver cómo se van influyendo entre sí, aún sin conocerse; me encantan las historias con varias tramas y ver cómo se mezclan y solapan entre sí... pero sobretodo, me encanta que una novela me enganche de tal manera que no pueda dejar de leer, que esté deseando tener un momento para poder ponerme con ella... y todos esos ingredientes se encuentran justamente en este libro.

Además, le estoy muy agradecida a este libro... la razón era que llevaba una mala racha con los libros... desde Hija de la Fortuna de Isabel Allende no había conseguido engancharme con ningún libro, todos los iba dejando a las pocas páginas, así que me tiré todo el mes de julio sin leer nada :( Pero este libro me ha devuelto la ilusión por la lectura :128:


Nota

10/10 (y porque no puedo darle más, que si no...)


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, sí y sí. Es  un libro que te atrapa, que te mantiene en vilo hasta el final... en fin, como he comentado, me pareció un soplo de aire fresco... viene bien, de cuando en cuando, probar algo diferente, y este libro lo es... es diferente.


Citas:

*Como las citas las copié en catalán, pues el libro que leí estaba en dicha lengua, os las dejo traducidas al español.*

Hay veces en las que el destino es como una tormenta de arena muy pequeña que no deja de cambiar de dirección. Intentas evitarla, pero la tormenta te sigue. Vuelves a cambiar de dirección, pero la tormenta hace lo mismo que tú. Esto se repite una y otra vez, como si fuera una ominosa danza con la muerte justo antes del alba. Y eso es así porque esta tormenta no es algo que haya venido de lejos y que no tenga ninguna relación contigo. La tormenta eres tú. Algo que hay dentro de ti. Por lo tanto, lo único que puedes hacer es admitirlo, entrar de lleno, cerrar los ojos y taparte las orejas para que no te entre arena, y avanzar paso a paso hasta salir. Dentro de la tormenta no hay sol, ni luna, ni dirección, y a veces ni tan solo existe el tiempo tal como lo conocemos. Lo único que hay es una arena blanca y fina, como de huesos pulverizados, que llena el cielo. Te has de imaginar una tormenta así.
Y no hace falta decir que lo conseguirás. Dejarás atrás esta violenta tormenta simbólica y metafísica. Ahora bien, por muy simbólica y metafísica que sea, esta tormenta es capaz de cortar la carne como mil hojas de afeitar bien afiladas. La gente sangrará, y tú también. Será una sangre caliente y roja. Y tú la tomarás con las manos. Tanto la tuya como la de los demás.
Y cuando la tormenta se acabe, no sabrás cómo has salido de ella ni cómo has podido sobrevivir. Ni tan solo sabrás con certeza si se ha terminado. Pero una cosa es segura: cuando salgas no serás el mismo que entró. Ese es el sentido de la tormenta de arena.

El día que cumpla quince años me iré de casa, iré a una ciudad lejana y desconocida y viviré en un rincón de alguna biblioteca pequeña.

Es verdad que los conocimientos y técnicas que te enseñen en el instituto no te servirán de gran cosa en la vida real. Los profesores mismos son un montón de ineptos. Ya lo sé. Pero escúchame: te irás de casa. Cuando lo hagas, puede que ya no tengas ocasión de volver a estudiar, así que, tanto si te gusta como si no, más vale que absorbas todo lo que te enseñen. Has de ser como un papel secante. Después ya decidirás lo que te quedas y lo que tiras.

Siempre encuentras una profecía que parece un charco secreto de agua oscura.
Normalmente está escondido en algún lugar que no conoces. Pero cuando llega el momento sale sin hacer ruido y te hiela todas las células del cuerpo. Te ahogas en ese cruel remolino e intentas coger aire. Te aferras a un respiradero que hay cerca del techo y buscas desesperadamente el aire fresco de fuera. Pero el aire que entra es seco y te quema la garganta. El agua y la sed, el frío y el calor... Estos elementos que en teoría son opuestos se alian para atacarte.
El mundo es un espacio enorme, pero el espacio que te ha de acoger a ti -que no hace falta que sea muy grande- no está en ninguna parte. Cuando buscas la voz sólo encuentras un silencio profundo. Pero cuando buscas el silencio siempre encuentras la voz de la profecía. Y a veces es como si esta voz pulsase un botón secreto que tienes escondido en algún punto del cerebro.
Tu corazón es como un gran río que crece después de una tromba de agua. La corriente arranca todas las señales que hay en la orilla y se los lleva a un lugar oscuro. Y la lluvia continua repicando con fuerza en la superficie del río. Siempre que ves imágenes de inundaciones en las noticias piensas que tu corazón es exactamente igual.

Soy libre, pienso. Cierro los ojos y me quedo un rato penando en mi libertad, pero aún no termino de entender lo que significa. Lo único que entiendo es que estoy completamente solo. Estoy completamente solo en un lugar que no conozco. Como un explorador solitario que ha perdido la brújula y el mapa. ¿Ser libre significa esto? Tampoco lo sé. Más vale que piense en otra cosa.

Todos van vestidos a su manera, acarreando cosas, caminando agobiados, dirigiéndose cada uno hacia su objetivo. Me quedo un buen rato contemplando este espectáculo y me imagino como será todo dentro de cien años.
Todos los que estamos aquí (incluido yo) habremos desaparecido, nos habremos convertido en polvo o cenizas. Este pensamiento me hace sentir raro. Todo lo que tengo delante me parece irreal, como si fuera a salir volando con un golpe de viento.

Todo es un problema de imaginación. Nuestra responsabilidad empieza con la capacidad de imaginar. Yeats escribió: In dreams begin the responsabilities. Es justo así. Dicho de otra manera, allí donde no hay capacidad de imaginar no puede surgir la responsabilidad.

Pero ya sabes que esta calma no durará mucho. Aquello te perseguirá hasta donde haga falta, como una fiera incansable. Se adentrará en el bosque. Es fuerte, persistente y despiadado; no conoce ni el cansancio ni el abandono. Aunque te abstengas de masturbarte, vendrá en forma de sueño erótico. Quizás en el sueño violarás a tu madre y a tu hermana. Es una fuerza incontrolable, te supera. Lo único que puedes hacer es aceptarla.
Tienes miedo de la imaginación. Y aún tienes más de los sueños. Tienes miedo de la responsabilidad que emana de los sueños. Pero no puedes estar sin dormir, y si duermes seguro que sueñas. Estando despierto puedes controlar la imaginación, pero los sueños no puedes controlarlos de ninguna manera.

La experiencia me dice que cuando buscas una cosa con todas tus fuerzas no la encuentras y que cuando intentas huir de ella como sea te la encuentras delante.

La vida de la señora Saeki se detuvo a los veinte años, cuando se murió su novio. O puede que incluso antes... No te lo sabría decir. Lo que debes entender es que las agujas del reloj que tiene dentro del alma se detuvieron en aquella época. Evidentemente, el tiempo de fuera también pasa y la afecta, pero para ella es un tiempo sin sentido.

Kafka, normalmente en la vida llega un punto en el que no se puede retroceder. Pero a veces también llega un punto en el que no se puede avanzar. Y cuando eso pasa, tanto si nos gusta como si no, no nos queda más remedio que aceptarlo sin protestar. Si queremos vivir, tenemos que hacerlo así.

No es el hombre el que escoge el destino sino que el destino escoge al hombre.

El presente es una avance inabarcable del pasado que devora el futuro. De hecho, cualquier percepción ya es recuerdo.

El "yo" es al mismo tiempo el contenido de una relación y aquello que establece esa relación.

Hegel es quien definió la autoconciencia. Decía que una persona no es sólo consciente de su yo y de un objeto como entidades separadas, sino que mediante la proyección del yo a través del objeto también era capaz de adquirir voluntariamente una mejor comprensión del yo. Eso es la autoconciencia.

Kafka, piensa que quizás la mayoría de la gente no quiere ser libre. Sólo lo piensan. Tienen la ilusión de que quieren serlo, pero si realmente les diesen la libertad no sabrían qué hacer con ella. Recuérdalo: en general, la gente prefiere no ser libre.

Pensar mucho pero mal es peor que no pensar.

Lo que hay fuera de ti es una proyección de lo que hay dentro de ti, y lo que hay dentro de ti es una proyección de lo que hay fuera.

¿Por qué lucha la gente? ¿Por qué centenares de millares de personas, incluso millones, se juntan e intentan matarse los unos a los otros? ¿Es una lucha provocada por la rabia o por el miedo? ¿O quizás la rabia y el miedo no son sino dos caras de la misma moneda?

El pasado es como un plato roto en mil pedazos: por mucho que lo intentes, no puedes repararlo.

Todos vamos perdiendo cosas importantes. Oportunidades, sentimientos que ya no volverán... Forma parte de la vida Pero dentro de nuestras cabezas hay una habitación donde podemos ir guardando esos recuerdos. Una habitación organizada como las estanterías de esta biblioteca. Y para saber dónde está nuestra alma, tenemos que ir haciendo fichas. De cuando en cuando hemos de quitarle el polvo, airearla y cambiar las flores. Dicho de otro modo, cada uno tiene que vivir dentro de su propia biblioteca.

Hija de la Fortuna - Isabel Allende




Datos del libro:

Título: Hija de la Fortuna

Título original: Hija de la Fortuna

Autor: Isabel Allende

Sinopsis: En primer lugar, aunque se pueden leer independientemente, este libro forma parte de una trilogía, formada por los siguientes libros.

I. La Casa de los Espíritus
II. Hija de la Fortuna
III. Retrato en Sepia

Eliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaíso en 1849, el año en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquín Andieta, parte hacia el norte decidido a encontrar fortuna, y ella decide seguirlo. El viaje infernal, escondida en la cala de un velero, y la búsqueda de su amante en una tierra de hombres solos y prostitutas atraídos por la fiebre del oro, transforman a la joven inocente en una mujer fuera de lo común. Eliza recibe ayuda y afecto de Tao Chi'en, un médico chino, quien la conducirá de la mano en un itinerario memorable por los misterios y contradicciones de la condición humana. Hija de la fortuna es un retrato palpitante de una época marcada por la violencia y la codicia, en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasión y el valor. En esta su más ambiciosa novela, Isabel Allende presenta un universo fascinante, poblado de entrañables personajes que, como tantos otros de la autora, se quedan para siempre en la memoria y el corazón de los lectores.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Plaza & Janés

ISBN: 9788422676805

Fecha de edición: 11/1998

Tamaño: 23x14 cm

Número de páginas: 496

Idioma: Español

Encuadernación: Géltex

Precio: 18 euros


Período de lectura:

Empezado: 21 de mayo de 2012

Terminado: 01 de junio de 2012


Una pequeña opinión personal:

La novela me gustó mucho, pero con el final me quedé un poco intrigada, dejaba muchos cabos sueltos... no diré qué, para no destriparle la historia a quien no la haya leído. Supongo que es debido a que se trata de una trilogía (me enteré después de leerla) y continúa en la siguiente. De todos modos, me gustó mucho.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Yo diría que sí, obviamente antes habría que mirarse la novela anterior y la que le sigue... que yo la leí sin saber que formaba parte de una trilogía. Valdría la pena mirar si hay algún pack donde vayan las tres novelas, que siempre son más económicos que comprarlas sueltas.


Citas:

Temprano en las mañanas, cuando Tao Chi'en partía al mercado, soía encontrar niñas recién nacidas tiradas en la calle flotando en los canales, a menudo destrozadas a dentelladas por perros o ratas. Nadie las quería, eran desechables. ¿Para qué alimentar a una hija que nada valía y cuyo destino era terminar sirviendo a la familia de su marido? "Preferible es un hijo deforme uqe una docena de hijas sabias como Buda", sostenía el dicho popular.

Los vegetales, las frutas y las carnes se ofrecían en alborotada mezcolanza: repollos y tiernos brotes de bambú junto a jaulas de gatos, perros y mapaches que el carnicero mataba y descueraba de un solo movimiento a pedido de los clientes.

"Mientras más aprendas, más pronto sabrás cuán poco sabes".

"No me queda mucho tiempo y al otro mundo no puedo llevarme lo que sé, alguien ha de usarlo a mi muerte".

"El sabio nada desea, no juzga, no hace planes, mantiene su mente abierta y su corazón en paz".

"Estados Unidos fue fundado por peregrinos, pioneros y modestos inmigrantes, con una ética de trabajo duro y valor ante la adversidad. El oro ha puesto en evidencia lo peor del carácter americano: la codicia y la violencia".

"De poco sirve el conocimiento sin sabiduría y no hay sabiduría sin espiritualidad".

Crónica de Travnik - Ivo Andric




Datos del libro:

Título: Crónica de Travnik

Título original: Travnicka Hronika

Autor: Ivo Andric

Sinopsis: En primer lugar, aunque se pueden leer independientemente, este libro forma parte de la Trilogía de los Balcanes, formada por los siguientes libros:

I. Un Puente Sobre el Drina
II. Crónica de Travnik
III. La Señorita

Estamos en el momento álgido de las guerras napoleónicas. Un diplomático francés, Jean Daville, es enviado a Travnik, una pequeña ciudad perdida entre las montañas de Bosnia, como cónsul. La novela es el relato de su estancia allí entre 1806 y 1814, dando ocasión para ofrecernos un fresco de ese tiempo convulso en el que por primera vez los Balcanes se abren a Occidente. Alrededor de la pequeña ciudad, donde también se ha asentado el cónsul austríaco, la política napoleónica se escribe con fuego y sangre mientras que los dos cónsules, perdidos en el pequeño territorio de Bosnia, verán cómo sus ambiciones y juventud naufragan y se asfixian en medio de una comunidad arcaica, contradictoria e impenetrable. Un paisaje humano en el que se entrecruzan imágenes de un mundo casi medieval con el desasosiego de las mujeres europeas y con las vidas cotidianas de los actores involuntarios de la pequeña historia: comerciantes, burócratas, artesanos, campesinos. En la frontera entre la novela histórica, el relato intimista y la descripción etnográfica, esta novela del autor de Un puente sobre el Drina constituye una de las mejores evidencias de que la novela sigue siendo un género tan vivo como imprescindible.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Debate

ISBN: 9788483064504

Fecha de edición: 09/2001

Tamaño: 22x15 cm

Número de páginas: 480

Idioma: Español

Encuadernación: Cartoné

Precio: 20 euros


Período de lectura:

Empezado: 20 de marzo de 2012

Terminado: 21 de mayo de 2012


Una pequeña opinión personal:

Bueno, la novela me pareció interesante, daba muchos datos y detalles sobre la forma de vida en Bosnia durante la época de Napoleón. No puedo decir que no me gustara, pero se me hizo algo pesada.


Nota

7/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Yo recomendaría que antes de comprarla, la cogiérais de la biblioteca y le echárais un vistazo, pues es una lectura lenta y que requiere leerla con calma.


Citas:

El hombre, para no detenerse y caer en la desesperación se engaña a sí mismo, oculta los trabajos inacabados con otros distintos, que tampoco terminará, y en las nuevas empresas y nuevos empeños busca más fuerzas y más valor. De esta suerte, se estafa a sí mismo y con el tiempo acaba convirtiéndose en deudor de su propia persona y de todo lo que lo rodea.

En el mundo, tal y como nosotros lo vemos, existen sólo dos cosas: crecimiento y decadencia, estrecha e inextricablemente ligados, en todas partes y en eterno movimiento. Todos los fenómenos a nuestro alrededor no son más que fases distintas de esta marea ascendente y descendente, infinita, compleja y perpetua, ficciones, instantes fugaces que nosotros aislamos arbitrariamente, marcamos y designamos con nombres establecidos, como salud, enfermedad y muerte. Pero, naturalmente nada de eso existe. Existe sólo el crecimiento y la decadencia en diversos estados y con diferentes aspectos, y todo el arte de la medicina consiste en conocer, aferrar y aprovechar las fuerzas orientadas hacia el crecimiento, "como un marino conoce los vientos", y en evitar y alejar aquellas que sirven a la decadencia. Allí donde el hombre logra aferrar esa fuerza, sana y marcha adelante; allí donde fracasa, se hunde simple e irremediablemente; y en el gran e invisible libro de cuentas del crecimiento y de la decandencia, las fuerzas pasan de la columna del debe a la del haber o viceversa.
Cada ser vivo, cada hierba, cada enfermedad, cada estación, cada día y minuto tenían también su crecimiento y su decadencia. Estos elementos estaban incrustados unos en otros, vinculados por incalculables lazos imprecisos, y actuaban y bullían, vibravan y fluían, de día y de noche, en lo más profundo de la tierra, en toda su superficie y muy alto en el firmamento, hasta los planetas, siempre según la ley única y doble del crecimiento y de la decadencia.

No es más imbécil el que no sabe leer, sino el que cree que todo lo que lee es verdad.

Todos rezamos de la misma manera, todos somos cristianos y compartimos la misma fe, pero los abismos entre los hombres son grandes. En efecto, el hombre sabe que existen los abismos y rivalidades entre las personas, pero sólo cuando se va a correr mundo y los experimenta por sí mismo comprende cuán profundos e insalvables son.

Nosotros aceptamos y valoramos las virtudes de un hombre sólo si se nos muestran bajo un aspecto que conviene a nuestras ideas e inclinaciones.

-Sí, señor, puede entender nuestra vida. Pero para usted no es más que un sueño desagradable. Porque vive aquí, pero sabe que es temporal y que más pronto o más tarde regresará a su país, a una vida mejor y más digna. Se despertará de su pesadilla y se liberará, pero nosotros jamás, porque para nosotros es nuestra única vida.

La primavera equilibra y repara todas las cosas. Mientras la tierra florece, una y otra vez, y mientras haya gente para ver ese fenómeno y disfrutar de él, todo va bien.

Como dice el poeta: "En los niños se renueva y regenera el río de la humanidad".

"Cuando un hombre se aleja del sol de su país, ¿quién iluminará el camino a su regreso?"

El hombre débil tiene una necesidad imperiosa de engañarse y una capacidad ilimitada para dejarse engañar.

Porque una cosa era proyectar en la imaginación todos los temores, prever lo peor, plantear una postura y defenderla, y al mismo tiempo sentirse satisfecho porque todo estaba en orden y en su sitio, y otra cosa era hallarse ante el desastre total que exige de nosotros soluciones urgentes e iniciativas concretas.

Se avanzaba, eso era todo. Pero sólo si éramos capaces de encontrar el sentido y la dignidad en nostros mismos, encontraríamos los del camino. Ni camino ni objetivo. Andar y andar. Caminar y agotarse y consumirse.

El Contador de Historias - Rabih Alameddine




Datos del libro:

Título: El Contador de Historias

Título original: The Kakawati

Autor: Rabih Alameddine

Sinopsis: Las Mil y una noches del siglo XXI. Escuchad. Dejad que os guíe en un viaje hacia los confines de la imaginación. Dejad que os cuente una historia...

Así empieza a hablar Osama, el hombre recién llegado a Beirut que a lo largo de estas páginas nos desvelará los secretos de su estrafalaria familia y muy en especial del abuelo, un hombre que había dedicado su vida al ilustre oficio de contar historias en bares y mercados. Nadie como él sabía hablar de héroes y villanos, de princesas y esclavas, de tesoros ocultos en ciudades encantadas; nadie sabía mezclar tan sabiamente los hilos de la realidad y la leyenda; nadie, en fin, mejor que él para hacer de la vida un cuento mágico. Osama decide seguir los pasos del abuelo y El contador de historias es su manera de llevarnos a un mundo donde todo es posible, incluso la felicidad.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Lumen

ISBN: 9788426416834

Fecha de edición: 10/2008

Tamaño: 23x15 cm

Número de páginas: 664

Idioma: Español

Encuadernación: Cartoné

Precio: 22 euros


Período de lectura:

Empezado: 07 de marzo de 2012

Terminado: 19 de marzo de 2012


Una pequeña opinión personal:

Cuando lo comencé, me llamaba mucho la atención el hecho de que a medida que el narrador (Osama) te iba narrando su historia, a la vez surgían otras historias... y dentro de éstas, otras, de modo que se iban entrelazando como los hilos de un gran tapiz. En ese aspecto, me recordaba a Las Mil y Una Noches.

Lo único que con tantos personajes, historias y tramas distintas, resulta un tanto lioso... me pasó varias veces que al leer sobre un personaje o situación anterior, tenía que retroceder porque no estaba segura de dónde venía.

En definitva, me encantó.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, porque es un libro que da para una segunda e incluso para una tercera lectura. Porque tienes la sensación, cuando te sumerges en él, de sumergirte en otro mundo, uno lleno de esos personajes y seres fantásticos que poblaban Las Mil y Una Noches o Los Viajes de Simbad... y eso es algo que vale la pena repetir.


Citas:

Nunca te pongas prendas de ropa que sean más grandes que tú, a menos que intentes crecer para llenarlas. Si quieres ponerte un traje chaqueta gris, o bien te convences de que te pertenece o parecerás una niña de trece años que se ha puesto la ropa de su madre. Con la vida sucede lo mismo. No viváis una vida que os queda grande. Podéis crecer hasta poneros a su altura o encogerla hasta ajustarla a vuestra talla.

Las Manos de Jacob - Aldous Huxley




Datos del libro:

Título: Las Manos de Jacob

Título original: Jacob's Hands

Autor: Aldous Huxley

Sinopsis: Jacob puede sanar un cuerpo enfermo, pero ¿puede alguien aliviar las almas de los hombres? En esta preciosa fábula los autores se preguntan si liberar al hombre de su dolor físico, cuando éste no puede escapar a su propia naturaleza, no hace sino acrecentar su propia angustia y la de aquellos que tienen el don de curar.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: El Aleph

ISBN: 9788476693339

Fecha de edición: 12/1998

Tamaño: 21x14 cm

Número de páginas: 144

Idioma: Español

Encuadernación: Cartoné

Precio: 10,98 euros


Período de lectura:

Empezado: 01 de marzo de 2012

Terminado: 02 de marzo de 2012


Una pequeña opinión personal:

Es uno de esos libros que, aunque son cortitos y se leen fácil y rápidamente, llenan de una manera que no consiguen otros mucho más largos.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí. Como ya he dicho, es un libro que se lee fácil, que entra por sí solo y que además te llena mientras lo lees.


Citas:

Hombre no tiene cuerpo distinto de su alma; pues lo que llamamos cuerpo es sólo un trozo de alma percibida por los cinco sentidos, las principales puertas del alma en este periodo de la vida. (William Blake)

domingo, 19 de agosto de 2012

Un Corazón Lleno de Estrellas: Un Relato Sobre el Poder Ilimitado del Amor - Álex Rovira y Francesc Miralles




Datos del libro:

Título: Un Corazón Lleno de Estrellas

Título original: Un Corazón Lleno de Estrellas

Autor: Álex Rovira ; Francesc Miralles

Sinopsis: Selonsville, 1946. La crudeza de un invierno largo y frío se resiste a abandonar la ciudad que se recupera de las heridas de la guerra.

En un orfanato Michel y Eri, amigos inseparables, contemplan desde el tejado el cielo nocturno. Ninguno de los dos sabe que, a la mañana siguiente, Eri no despertará. Ha entrado en coma profundo y los médicos son incapaces de encontrar una solución que le devuelva la vida. Sólo Michel podrá cambiar el destino de la niña guiado por los consejos de una sabia anciana. El pequeño tendrá que localizar a nueve personas y confeccionar con retales de su ropa un corazón. Pero para que éste funcione necesita encontrar el secreto del amor ilimitado, que se esconde en lo más profundo de su alma.

Álex Rovira y Francesc Miralles nos ofrecen en Un corazón lleno de estrellas una historia entrañable llena de esperanza. Una invitación a despertar lo más sublime y poderoso que anida en nosotros mismos. Un libro imprescindible que nos enseña a volar hasta los confines de un universo donde la luz del amor todo lo puede a través de un viaje por las diferentes dimensiones del corazón. Bienvenido a la aventura más bella del mundo: amar.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Aguilar

ISBN: 9788403100985

Fecha de edición: 09/2009

Tamaño: 24x15 cm

Número de páginas: 250

Idioma: Español

Encuadernación: Rústica

Precio: 16,50 euros


Período de lectura:

Empezado: 28 de febrero de 2012

Terminado: 29 de febrero de 2012


Una pequeña opinión personal:

Precioso, sólo leyendo la introducción (unas palabras de Álex Rovira), ya sentía que se me encogía el corazón y que las lágrimas acudían a mis ojos.

Es uno de esos libros que en cuanto empiezas a leerlos, notas que te invitan a la reflexión a cada palabra, que no puedes dejarlos y que cuando los terminas, sientes que desearías tener más palabras a las que acogerte.

Sencilla y simplemente precioso: un canto a la amistad y el amor.

Nota

10/10 (y porque no puedo darle más, que si  no...)


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, sí y sí... vale la pena comprarlo para leerlo, leerlo y volverlo a leer y, con cada lectura, sacarle siempre algo nuevo.

Pero vale aún más la pena comprarlo para regalarlo y hacer partícipe de esta maravilla a amigos y familiares.


Citas:

El príncipe o la princesa azul vive dentro de nosotros. Ése es el secreto de la atracción: si no te amas porque crees que eres una rana, ninguna princesa te amará. Dicho de otro modo: si no estás enamorado de la vida, la vida no se enamorará de ti.

Somos las cosas que amamos. Morimos el día que nadie piensa en nosotros.

El amor es echar siempre un tronco al fuego. Sólo así se mantiene encendida la llama. Suena obvio, pero demasiada gente lo olvida. Por eso se llevan tan mal tantas parejas. Si quieres amar de verdad, recuerda esto, chico: aunque estés cansado, tendrás que ir a buscar un leño para alimentar el fuego. Si no lo haces, por la mañana sólo encontrarás las cenizas de lo que había sido tu amor.

El bosque sería muy aburrido si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen. (Proverbio oriental)

Lo esencial es invisible a los ojos. (Cita de Antoine de Saint-Exupery)

Ningún pájaro canta mal. Cada uno es una nota diferente en la gran sinfonía de la Creación. El fuerte necesita al débil para que se valore su fuerza, y para entender la luz hay que haber vivido en la oscuridad. Todos somos necesarios.

-¿Cuál es para usted el secreto del amor a los hijos? ¿Por qué hay padres que abandonan a los suyos?
-Porque el amor a veces da miedo. Lo que una madre puede sentir por su hijo es tan poderoso que la vuelve capaz de levantar un coche con sus propias manos si se encuentra en peligro. No es fácil aceptar ese poder. Un día lo sabrás: los hijos son maestros espirituales que te permiten crecer más allá de ti mismo.

Los amigos son la familia espiritual que escogemos para el viaje de la vida.

Los perros me han adiestrado en el arte de vivir el presente. Me han enseñado a estar alegre sin motivo y a no perder las ganas de jugar. ¿Qué más puedo pedir?

Antes yo era una persona huraña que no mostraba nunca mis sentimientos. Gracias a los perros de la calle ahora sé dar afecto incondicionalmente y no me separo de las personas que quiero. También sé defender lo que amo cuando es necesario. Y no hablo sólo de los perros. Cuando amas a los animales, sin darte cuenta te vuelves más civilizado.

El amor no existe para hacenros felices, sino para mostrarnos cuánto podemos resistir.

Si eres poeta, verás con claridad que hay una nube flotando en esta hoja de papel. Sin una nube, no hay lluvia; sin lluvia, los árboles no pueden crecer, y sin árboles, no se puede hacer papel.
Si miramos aún más profudamente esta hoja de papel, podemos ver en ella el brillo del sol. Si la luz del sol no está ahí, el bosque no puede crecer. Ni siquiera nosotros podríamos crecer sin el sol. Y si seguimos mirando, podemos ver al leñador que cortó el árbol y lo llevó al molino para se transformado en papel. Y vemos el trigo. Sabemos que el leñador no puede existir sin su pan de todos los días y, por tanto, el trigo que se convirtió en su pan también está en esta hoja de papel. Y la madre y el padre del leñador también están ahí. Dando un paso más, podemos ver que también nosotros estamos en ella. Esto no es tan difícil porque, cuando miramos la hoja de papel, ella es parte de nuestra percepción. Tu mente está en ella. Y la mía también. No hay nada que no puedas incluir: el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales del suelo, el sol, la nube, el río, el calor. Todo coexiste en esta hoja de papel; no estamos aislados. Esta hoja de papel es porque todo lo demás es. Este papel, tan finito, contiene en sí todo el universo. (Thich Nhat Hanh)

No se trata de leer mucho, sino de amar lo que lees, que viene a ser lo mismo que amar a las personas. A fin de cuentas, los libros están escritos por seres humanos y la mayoría hablan de otros seres humanos. Por tanto, leer es un acto de amor. Por el mismo motivo debemos acercarnos al arte, a la música, a todo lo bello que puede crear un ser humano que ama la vida.

El sabio no se reconoce por todo lo que sabe, sino por todo lo que ama.

Perdonar es la única manera de permitir que los demás puedan ser otra cosa, eso es algo que aprendí de mi padre. Si matas a un ladrón, lo condenas a ser sólo eso para siempre.

No te lo pienses dos veces cuando puedas salvar a alguien, porque quizás te estés salvando a ti mismo.

La calidad de un corazón no reside en cuánto amor puede dar uno, sino en cuántos unos caben en su corazón.

El árbol solitario crece más fuerte, y eso le sirve para dar frutos más sabrosos a los demás. Del mismo mod, si te amas a ti mismo, que no sea para ponerte en un pedestal desde el que mirar al mundo. Como el árbol solitario, has de valorarte para luego entregar ese valor a los demás. Sólo tenemos aquello que podemos entregar.

No importa lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser.

Hay quien hacer pero no dice y
hay quien dice pero no hace.
Para amar hay que hacer y decir.
Éste es el secreto último del amor.
Los latidos del corazón nunca son silenciosos.

*A continuación, en el libro que me leí, venía un apartado titulado "Estrellas de Amor para Navegantes Intrépidos" en el que sucedían una serie de citas para cada una de las clases de amor. Apunté las que más me llegaron, y aquí os las comparto.

El amor romántico

Una campana no es una campana
hasta que la tocas,
una canción no es una canción
hasta que la cantas, y el amor
en tu corazón no fue puesto allí porque sí,
el amor no es amor hasta que lo das.
     Oscar Hammerstein

El amor convierte el callejón de la Soledad en la avenida del Paraíso.
     Thomas Hood

Nuestra alma tiene ilusiones,
como el pájaro alas.
Eso es lo que la sostiene.
     Victor Hugo

La historia ideal es la de dos personas
que se enamoran paso a paso,
con la conciencia agitada,
como un par de niños que se internan
en una habitación oscura.
     Robet Louis Stevenson

En una hora de amor hay una vida entera.
     Honoré de Balzac

El amor es un símbolo de la eternidad.
Barret todo el sentido del tiempo,
destruyendo todo recuerdo de un principio
y todo temor a un final.
     Madame Staël

Ir sin amor por la vida es
como ir al combate sin múscia,
como emprender un viaje sin un libro,
como ir por mar sin estrella que nos oriente.
     Stendhal

Hay tiempos en los que el amor parece haber terminado... pero estos desiertos del corazón
son simplemente el camino
hasta el próximo oasis, que es mucho más
frondoso y bello después de haber
cruzado el desierto.
     Madeleine L'Engle

El amor lo tolera todo, lo cree todo...
lo soporta todo.
El amor es eterno.
     San Pablo

El verdadero amor no es más que el deseo inevitable de ayudar a otro a que sea quien en verdad es.
     Antoine de Saint-Exupery

Pues el amor no conoce estaciones,
ni climas, ni horas, días o meses,
que son los harapos del tiempo.
     John Donne

Nada es más dulce que el amor;
nada es más fuerte, nada más alto,
nada más ancho, nada más feliz,
nada más pleno, nada hay
mejor en el cielo ni en la tierra.
     Thomas Kempis

Los verdaderos huertos frutales
y los verdaderos frutos
están dentro del corazón.
     Jalal Al-Din Rumi

El amor vuelve dulce lo amargo;
el amor convierte en oro el cobre bajo.
Con el amor se aclara lo turbio;
con el amor se aclaran los dolores.
El amor devuelve la vida a los muertos;
el amor hace esclavo al rey.
     Jalal Al-Din Rumi

La vida es breve, pero el amor es eterno.
     Lord Alfred Tennyson

El amor a los hijos

Cada niño que viene al mundo nos dice:
"Dios no ha perdido aún la esperanza en el ser humano."
     Victor Hugo

Cuando educas a tu hijo,
estás educando al hijo de tu hijo.
     El Talmud

Los niños saben gozar del presente,
cosa que rara vez nos sucede a nosotros.
     Jean de la Bruyère

Los que temen convertirse en padres
no entienden que la paternidad no es algo
que ejerzan los hombres perfectos,
sino algo que perfecciona al hombre.
El producto final de criar un hijo
no es el niño, sino el padre.
     Frank Pittman

El matrimonio y los hijos
te aportan flexibilidad emocional.
Te enseñan a llevarte bien
con la vida de otra gente.
     Bruce Springsteen

Los niños son la esperanza del mundo.
     José Martí

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.
     Pitágoras

Una familia feliz no es sino un paraíso anticipado.
     Sir John Browning

¡Qué agradable es para un padre
tener a su hijo sentado en el regazo!
Es como para un anciano estar protegido
por la sombra de un roble
que él mismo ha plantado.
     Walter Scott

Dos son los legados
que debemos
dar a nuestros hijos:
uno es las raíces, el otro es las alas.
     Hodding Carter Jr.

El amor a los amigos

¿Cuál es el arte de una buena amistad?
Si quieres ser amado, ama.
     Publio Siro

Quizá para el mundo puedes ser sólo una persona, pero para una persona puedes ser el mundo.
     Brandi Snyder

No camines delante de mí, porque no te podría seguir.
No camines detrás de mí, no te podría guiar.
Camina a mi lado y seamos amigos.
     Albert Camus

Un amigo conoce la canción de tu corazón y te la canta cuando te falla la memoria.
     Donna Roberts

Un hermano puede no ser un amigo;
pero un amigo siempre será un hermano.
     Benjamín Franklin

El sendero hacia la casa del amigo nunca es largo.
     Proverbio danés

La amistad es más difícil
y más rara que el amor.
Por eso hay que salvarla.
     Alberto Moravia

El mayor bien que puedes hacer por otro
no es sólo compartir tus riquezas,
sino revelarle las suyas.
     Benjamin Disraeli

El amor a los animales

Yo quisiera ser civilizado como los animales.
     Roberto Carlos

El tiempo que pasamos con un gato
nunca es malgastado.
     Sigmund Freud

Errar es humano, perdonar es canino.
     Anónimo

Los ojos de los animales tienen el poder de hablar un gran lenguaje.
     Martin Buber

Podemos juzgar el corazón de un hombre por el trato que da a los animales.
     Immanuel Kant

Si tener alma singifica ser capaz de sentir
amor, lealtad y gratitud,
entonces los animales están
mucho más avanzados que nosotros.
     James Herriot

Hasta que no hemos amado un animal una parte de nosotros queda dormida.
     Anatole France

Los gatos fueron puestos en el mundo
para desmentir el dogma de que
todas las cosas fueron creadas
para servir al hombre.
     Paul Grey

Los animales son buenos amigos:
no hacen preguntas ni critican.
     George Eliot

Sentarse con un perro en la colina
en una tarde gloriosa es regresar al edén,
cuando no hacer nada no era aburrido,
era paz.
     Milan Kundera

El amor a la naturaleza

Hay un libro abierto siempre
para todos los ojos: la naturaleza.
     Jean-Jacques Rousseau

Las flores son las palabras y jeroglíficos
más bellos con los que la naturaleza
nos demuestra cómo nos ama.
     Johann Wolfgang Von Goethe

El corazón se endurece cuando se aleja del mundo natural.
     Oso Erguido

La naturaleza es grande en las grandes cosas, pero es grandísima en las más pequeñas.
     Saint-Pierre

Dejemos obrar a la naturaleza,
porque conoce mejor que nosotros su trabajo.
     Michel de Montaigne

Eres un hijo del Universo,
no menos que los árboles y las estrellas.
Tienes derecho a estar aquí.
     Desiderata

La naturaleza nunca hace nada sin motivo.
     Aristóteles

Adopta la senda de la naturaleza:
su secreto es la paciencia.
     Ralph Waldo Emerson

Dios no sólo escribió su obra en la Biblia,
sino también en las flores
y en las nubes y en las estrellas.
     Martin Luther King

Podrán cortar las flores,
pero no podrán detener la primavera.
     Pablo Neruda

El amor a los libros

El libro es como un jardín que llevamos en el bolsillo.
     Proverbio chino

No hay mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas.
     Emily Dickinson

Un libro debe ser como un rompehielos
para penetrar en los mares congelados
en nuestras almas.
     Franz Kafka

Buscad leyendo y hallaréis meditando.
     San Juan de la Cruz

El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.
     Rubén Darío

La pluma es la lengua del alma.
     Miguel de Cervantes

Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
     Hermann Hesse

No hay espectáculo más hermoso
que la mirada de un niño que lee.
     Günter Grass

El amor a la vida

El momento que vives es todo lo que tienes.
     D. H. Lawrence

Quien tiene un porqué vivir
puede resistir cualquier cómo.
     Friedrich Nietzsche

En el día de hoy camina el mañana.
     Friedrich Von Schiller

Todo el mundo trata de realizar algo grande,
sin darse cuenta de que la vida se compone
de cosas pequeñas.
     Frank Clark

Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.
     Agatha Christie

Quien salva una vida,
salva un mundo entero.
     Proverbio judío

Vivir es lo más raro de este mundo,
pues la mayoría de los hombres
no hacemos otra cosa que existir.
     Oscar Wilde

¿Me preguntas por qué compros arroz y flores?
Compro arroz para vivir y flores
para tener algo por lo que vivir.
     Confucio

Vivir es nacer a cada instante.
     Erich Frown

El amor a uno mismo

El amor a uno mismo es la fuente de todos los demás amores.
     Pierre Corneille

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
     John Locke

Deja que el mundo te conozca como eres,
no como crees que deberías ser,
porque tarde o temprano, si estás posando,
olvidarás la pose,
¿y entonces dónde estarás?
     Fanny Brice

Si te amas a ti mismo, amas a todos los demás como a ti.
Mientras amas a otra persona menos que a ti, no conseguirás amarte realmente.
Pero si amas a todos por igual, incluido tú mismo, los amarás como una persona
y esa persona es tanto Dios como hombre.
     Maestro Eckhast

El cisne no necesita bañarse para ser blanco.
Del mismo modo, todo lo que necesitas es ser tú mismo.
     Lao-Tsé

La lección última que todos debemos aprender
es el amor incondicional,
que no sólo incluye a los demás
sino también a uno mismo.
     Elisabeth Kübler-Ross

La Canción de los Misioneros - John Le Carré




Datos del libro:

Título: La Canción de los Misioneros

Título original: The Mission Song

Autor: John Le Carré

Sinopsis: Cuando un traductor de los servicios de inteligencia británicos descubre que su gobierno es cómplice del expolio de un país africano, sólo puede hacer una cosa: luchar por la vida del país que ama. Después de su gran éxito El jardinero fiel, John Le Carré demuestra con La canción de los misioneros que la utopía es posible, que el amor es el mejor motor para poner en marcha la justicia, y que el único modo de conseguir un futuro mejor es manteniendo viva la esperanza. Vuelve el gran Le Carré: intriga, amor y corrupción con un trasfondo de denuncia contra la terrible situación que atraviesan los países africanos.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Plaza & Janés

ISBN: 9788401341892

Fecha de edición: 12/2006

Tamaño: 25x16 cm

Número de páginas: 368

Idioma: Español

Encuadernación: Cartoné

Precio: 22 euros


Período de lectura:

Empezado: 14 de febrero de 2012

Terminado: 27 de febrero de 2012


Una pequeña opinión personal:

Lo cierto es que el libro es interesante en cuanto al tema que toca: la explotación del Congo y las continuas barbaridades a que se somete a sus habitantes por hacerse con unos minerales que sólo se dan ahí.

Aunque, la verdad, es que a mí se me hizo bastante pesado, no tanto por la trama en sí, sino por la forma de escribir del escritor, que no terminé de hacerme a ella... es más, estuve a punto de dejarlo en un par de ocasiones, pero como no me gusta dejar los libros a medias (a no ser que sean realmente infumables), seguí con él hasta el final.

Y es que es un poco desconcertante, pues el escritor narra en primera persona y cuando le parece cambia a tercera, haciendo que el personaje hable de sí mismo como si fuera otra persona... si además le añadimos los continuos saltos en el tiempo, entre presente, pasado y vuelta al presente... al final uno acaba perdiendo el hilo.


Nota

7/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Por mi parte, no la compraría. La forma tan liosa en que está narrada hizo que me costara horrores seguir el hilo de la historia.


Citas:

Como ningún problema existe de manera aislada, primero debemos reducirlo a sus elementos básicos y luego abordar cada elemento por separado. Sólo cuando de verdad hemos hecho esto, y no antes, Dios nos enseñará el camino correcto.

sábado, 18 de agosto de 2012

Un Puerto Seguro - Danielle Steel




Datos del libro:

Título: Un Puerto Seguro

Título original: Safe Harbour

Autor: Danielle Steel

Sinopsis: La gran Danielle Steel aborda en su nueva obra una conmovedora historia de amor y superación. Tras la trágica muerte de su marido y su hijo, Ophélie, que veranea con su hija en un pueblo de la costa de San Francisco, no logra dar un nuevo sentido a su vida. Sólo cuenta con el apoyo de Andrea, su mejor amiga, y con la distracción que le brinda Matt, un pintor al que su hija conoció en la playa. Cuando logra recuperarse vuelve a la ciudad, pero allí descubrirá que Andrea la ha traicionado.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Plaza & Janés

ISBN: 9788401379246

Fecha de edición: 09/2005

Tamaño: 15x23 cm

Número de páginas: 368

Idioma: Español

Encuadernación: Tapa dura

Precio: 21 euros


Período de lectura:

Empezado: 22 de enero de 2012

Terminado: 30 de enero de 2012


Una pequeña opinión personal:

Hacía tiempo que quería leer algo de Danielle Steel, pues es una autora que siempre me había llamado la atención. El caso es que decidí empezar por este libro porque el argumento me atraía y mi intuición me decía que tenía que estar bien.

Bueno, mi intuición no me ha fallado, porque la novela me gustó y mucho. Muy emotiva, cargada de buenas vibraciones y lecciones sobre cómo el apoyo de los que nos rodean puede ayudarnos a salir adelante en los peores momentos.

Aunque yo no lo catalogaría de libro romántico... aunque hay romance, se centra más bien en la superación de una tragedia, en el volver a confiar en la vida, en recuperar las ganas de vivir...


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, si nos gusta este tipo de lectura. Si nos gustan los libros emotivos y humanos, desde luego que vale la pena.


Citas:

A cierta edad, todo el mundo cargaba equipaje, heridas y cicatrices, vidas que los habían lastimado o incluso roto. El dibujo de cicatrices que cada uno llevaba en el alma definía la personalidad. El secreto de la vida parecía residir en sobrevivir al daño y llevar bien las cicatrices. pero, en definitiva, ningún corazón eludía el dolor; la vida era demasiado real, y a fin de amar a alguien, fuera amante o amigo, no quedaba más remedio que ser real.

Las mareas de la vida habían arrastrado consigo personas, lugares y recuerdos queridos con excesiva rapidez.

Resultaba curioso el modo en que la gente aprendía a sobrevivir. Uno aprendía a arreglárselas, a introducir cambios, a sustituir cosas perdidas, a apoyarse en los amigos en lugar de la pareja. Los amigos se convertían en la familia, una familia que se unía como un grupo de naúfragos en un bote salvavidas.

*A continuación, un poema que se halla al principio del libro, y que a mí me gustó mucho, así que quiero compartirlo*

La Mano de Dios

Siempre con una sensación
de inquietud,
entusiasmo,
miedo,
llega el día en que salimos a buscar
a las almas perdidas de Dios,
olvidadas, yertas,
quebrantadas, sucias y,
en ocasiones,
aunque rara vez,
acabadas de llegar a las calles,
con los cabellos aún limpios,
trenzados,
o con los rostros
bien afeitados.
Sólo un mes después,
veremos los estragos de los días:
las caras han cambiado,
las ropas hechas andrajos,
las almas empiezan
a desgastarse,
como sus camisas
y zapatos,
y los ojos...
Voy a la iglesia
y rezo por ellos
antes de salir,
como toreros
entrando en el ruedo,
sin saber nunca qué traerá
la noche,
si calor o desesperación,
peligro o muerte a ellos
o a nosotros.
Mis plegarias son silenciosas
y sinceras,
y al fin salimos,
y la risa nos acompaña
como un repique de campanas.
Buscamos las caras,
los cuerpos,
los ojos que nos buscan.
Ya nos conocen
y acuden corriendo.
Saltamos
una y otra vez,
arrastrando pesados sacos,
para comprarles un día más,
una noche más bajo la lluvia,
una hora más... en el frío.
Recé por ti...
¿Dónde estabas?
¡Sabía que vendrías!
Las camisas se les pegan
al cuerpo por la lluvia,
su dolor y su alegría
se mezclan con los nuestros.
Somos los camiones
cargados de esperanza
en un grado que
no alcanzamos a medir.
Sus manos tocan las nuestras,
sus ojos taladran
los nuestros.
Dios os bendiga,
cantan las voces quedas
mientras se alejan.
Durante un momento
en las calles, comparten
una pierna, un brazo,
un instante, una vida.
Seguimos adelante
con su recuerdo grabado
en nuestras memorias:
la chica con el rostro
cubierto de costras,
el muchacho con una sola pierna
de pie bajo la lluvia,
cuya madre lloraría al verlo,
el hombre que agacha la
cabeza y solloza,
demasiado frágil para coger
el saco que le tendemos;
y luego los otros,
los que nos asustan,
que se acercan
y merodean
tratando de decidir
si golpean o participan,
si atacan o dan las gracias.
Sus ojos buscan nuestros ojos,
sus manos tocan las mías,
sus vidas se entrelazan
con las nuestras,
como las otras.
Irrevocablemente,
sin medida.
Y al fin,
la confianza es el único
vínculo que nos une,
la única esperanza
para ellos, para nosotros,
el único escudo
cuando los tenemos delante.
La noche avanza,
el desfile de rostros
no tiene fin.
La aparente inutilidad
de nuestra acción
se ve interrumpida
apenas un momento
por la esperanza
cuando un saco lleno de ropa
abrigada y alimentos,
una linterna, un saco de dormir,
una baraja de cartas
y unas tiritas
les devuelven la dignidad
de una humanidad
igual a la nuestra.
Y finalmente,
un rostro de mirada
desolada y desoladora
te para el corazón,
quiebra el tiempo
en pequeños fragmentos,
hasta que al fin estamos
quebrantados como ellos,
o tan enteros.
Ya no hay diferencia entre
nosotros.
Somos uno y, mientras
sus ojos buscan los míos,
me pregunto si me permitirá
reclamarlo
como uno de los nuestros
o se adelantará
para matarme.
Pues hace tiempo que toda
esperanza terminó para él.
¿Por qué hacen esto por
nosotros?
Porque les quiero, me gustaría
contestar,
pero raramente encuentro
las palabras
mientras les tiendo el saco
junto con mi corazón,
mi esperanza y mi fe,
que apenas alcanzan para tantos.
Y como siempre, la peor cara
para el final,
después de algunas alegres
y otras tan próximas
a la muerte
que no pueden hablar.
El rostro que me acompaña
a casa en el corazón,
con su corona de espinas
sobre la cabeza
y la cara devastada,
es el más sucio
y el más terrible de todos.
Allí de pie, me mira
manteniendo las distancias;
su mirada me taladra
con una expresión
a veces desolada
y al mismo tiempo ominosa
y desesperanzada.
Lo veo venir
derecho hacia mí.
Quiero escapar,
pero no puedo hacerlo
ni me atrevo.
Saboreo el miedo
Nos encontramos
frente a frente,
paladeando el terror mutuo
como lágrimas
que se mezclan en una cara.
Y de pronto recuerdo
y pienso:
si esta fuera mi última
oportunidad
de tocar a Dios,
de tender la mano
y ser tocada por Él
a su vez,
si esta fuera mi última
oportunidad
de demostrar mi valor
y mi amor por Él,
¿echaría a correr?
Permanezco en mi sitio,
recordándome
que Él se manifiesta
de muchas maneras,
con distintos rostros,
con malos olores
y quizá incluso
con la mirada airada.
Tiendo la bolsa,
sin osadía ninguna;
simplemente respiro,
pues he recordado por qué
salí en esta
oscura noche
y para quiénes...
Estamos frente a frente,
iguales y solos,
y la muerte planea
sobre nosotros.
Al fin, mientras coge la bolsa,
susurra Dios te bendiga
y se aleja,
mientras regresamos
a casa,
en silencio y victoriosos,
tengo la certeza de que,
una vez más,
hemos sido tocados
por la mano de Dios.

Los Caminos Perdidos de África (Cuatrilogía de África III) - Javier Reverte



Datos del libro:

Título: Los Caminos Perdidos de África

Título original: Los Caminos Perdidos de África

Autor: Javier Reverte

Sinopsis: En primer lugar, aunque se pueden leer independientemente, este libro forma parte de la Cuatrilogía de África, formada por los siguientes libros:

I. El Sueño de África
II. Vagabundo en África
III. Los Caminos Perdidos de África
IV. Colinas que Arden, Lagos de Fuego

Tras los éxitos obtenidos con El sueño de África (1996) y Vagabundo en África (1998), Javier Reverte nos acerca de nuevo al continente negro con Los caminos perdidos de África. En esta ocasión, su nuevo periplo africano nos traslada a los territorios de Etiopía, Sudán y Egipto, en regiones próximas al curso del Nilo, que el propio Reverte recorrió a lo largo de varios meses. Como es habitual en sus textos viajeros, el escritor nos hace caminar a su lado con naturalidad, ternura, curiosidad, perspicacia, humor, pasión y una honda comprensión de lo humano. Y en el estilo de sus dos libros anteriores, junto a los rostros, las voces y los perfumes del camino, Reverte nos aproxima a episodios singulares de la historia africana, para hacernos entender mejor el drama y la grandeza del continente. «Quisiera escribir como canta el agua», ha dicho el autor en algunas ocasiones. En Los caminos perdidos de África el lector sentirá que viaja junto a las ondas plácidas del Nilo, a lomos de una prosa tan cálida como natural, prendido en la emoción de disolverse en las páginas de una narrativa tan sencilla como magnífica


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Plaza & Janés

ISBN: 9788401341670

Fecha de edición: 10/2002

Tamaño: 26x17 cm

Número de páginas: 432 (16 páginas de láminas ilustradas, algunas en color)

Idioma: Español

Encuadernación: Piel

Precio: 22 euros


Período de lectura:

Empezado: 30 de septiembre de 2011

Terminado: 11 de octubre de 2011


Una pequeña opinión personal:

Primer libro que tuve el gusto de leer de Javier Reverte. Llegó a mis manos de casualidad, curioseando en la sección de libros de viajes de la biblioteca.

Desde la primera página me atrapó su forma tan cercana de escribir y narrar sus peripecias por aquellas tierras. Me hacía sentir partícipe de la aventura, que estaba ahí, a su lado, paso a paso. También me gustó, que además de relatar la cultura y modo de vida de aquellas gentes, nos acercaba un poco a su historia, dándonos detalles de antiguos gobernantes, política y hechos históricos.

En definitiva, he disfrutado mucho con su lectura. Añadiría que, aquellos que nunca hayan leído literatura de viajes, y quieran hacer un acercamiento, deberían comenzar por cualquiera de los libros de este escritor.


Nota

10/10


¿Vale la pena comprarlo?:

Pues para mí sí, porque disfruté mucho con su lectura y seguro que querré releerlo en un futuro. De hecho, seguramente, acabaré por leerme la cuatrilogía completa.


Citas:

¡Qué extraños somos los hombres, mister Martin: deseamos lo que no tenemos y despreciamos lo que tenemos!

¿Cómo podemos los hombres tratar de explicarnos el mundo si no somos capaces de entender a nuestro humilde y dislocado corazón?

No hay arte que descubra en un rostro la construcción de un alma.

El arte, en mi opinión, consiste en ordenar, a la luz de la poesía, cuanto ves, escuchas, olfateas, saboreas y palpas a tu alrededor. Y la poesía, como todo arte, es un impulso puramente humano por responder al caos de lo real, quizá la única manera, y muy en especial en nuestro tiempo, de soportar el peso lapidario de la realidad inhóspita y de dotar de un sentido, tal vez vano, a nuestras vidas.

De nuevo en el camino. Coche atestado, calor seco cuando el sol subió a las cúpulas del cielo; y polvo irreductible, senderos rotos, ríos exangües, cauces muertos, sembrados desfallecidos, árboles escuálidos, poblados vacíos, roquedales ariscos, tierras casi desérticas, montañones en forma de dedo pulgar, distancias sin fin, vuelo de cuervos, buitres ingrávidos en los altos del cielo, ganado esquelético, mundo áspero alrededor... África remota y triste, como un anciano enfermo que se asoma al borde de su irremediable agonía.

Porque viajar y escribir son en cierto modo una misma cosa: estar solo y vivir libre, no deberte a nadie salvo a tu suerte y a tu coraje, intentar vanamente trazar en el vacío una pincelada de eternidad, echarte la melancolía a la espalda y no saber muy bien quién eres.

El desierto es un anciano desnudo, tan viejo y arrugado como el Universo seco y batido por los vientos galácticos. Es la tierra antes del hombre y de la vida; o quizá después del hombre, la antesala del desastre ineludible. Tiene algo de pasado y de futuro. Es medular, tan esencial como un cadáver, y tan sustancialmente inerte como la nada. Niega la suciedad, niega la fe y el sol parece allí formar parte de la piedra, como si fuera un gran disco al rojo o una enorme brasa de carbón ardiendo. Pero a veces, cuando alzas tímidamente los ojos en dirección al sol, sin hacerlo nunca frente a frente para no cegarte, te parece que hay algo negro oculto tras ese fuego devastador. Pese a que algunos escritores han dicho lo contrario, para mí el desierto es aquello que menos se parece al mar, la inmensidad del fuego frente a la inmensidad del agua, el retrato en piedra de la muerte frente al bullente lecho de la vida.

El desierto puede hacer que te sientas libre al tiempo que te sabes prisionero de la absoluta negación. El desierto es sano, te llena de vida los pulmones mientras te quema la carne y te abrasa el alma. El desierto te hace fuerte al tiempo que rompe todas tus esperanzas y acaba con cualquier sombra de fe que alientes en el corazón. El desierto es sabio porque te hace sentir, cuando habitas sus inmensas soledades, que algo de ti mismo se parece a esa terrible afirmación del no ser. Quizá, al fin, el desierto consigue de ti lo más difícil: reconciliarte con la idea de la muerte y serenar tu tristeza, convirtiéndote en un chinarro de dignidad inútil. ¿Somos algo más que eso?

Así son las cosas en los viajes... amigos que haces y luego pierdes para siempre, afectos que crecen y se desvanecen al poco. Quizá es la mejor manera de sentir la amistad: porque en el camino, cuando nos encontramos con otros viajeros por unos pocos días, damos lo mejor de nosotros mismos y nadie pone sus angustias y sus rencores sobre la mesa. Eso lo dejamos para la vida cotidiana y puede que ésa sea una de las más hondas razones por las que nos gusta viajar: para escapar de cuanto hay en nosotros de mezquino y doloroso.

Y en un momento en que giré sobre mí mismo y mi sombra se proyectó contra una cortada de piedra enrojecida, me encontré apretando el obturador para retratar la figura de aquel espectro que no era otra cosa que mi cuerpo dibujado en la roca. Y fue entonces cuando sentí que no era nadie, mientras silbaba un viento tenue en mis oídos, que la luz que daba en mis espaldas me disolvía, que mi identidad iba a esfumarse cuando cayera el sol y yo quedara inerme en brazos de la noche, ahogado ante el feroz estallido de la nada.
Menos que un grano de arena o que una piedra muerta... una sombra, un pedazo de humo que iba a llevarse a quién sabe qué lugar, en unos instantes, el aire seco.