viernes, 26 de abril de 2013

La Abadía de los Acróbatas - Joanne Harris



Datos del libro:

Título: La Abadía de los Acróbatas

Título original: Holy Fools

Autor: Joanne Harris

Sinopsis: Juliette es una artista ambulante en el Siglo XVII, que tras un tropiezo en un pueblo tiene que salir huyendo. Encuentra su lugar en una abadía perdida en una isla, tras dar a luz se mete a monja, y vive allí apaciblemente con su hija, hasta que la abadesa, una mujer algo inculta pero muy bondadosa, muere. La nueva abadesa es apenas una niña, pero déspota y cruel que lo primero que hace es quitarle a Juliette su hija. con la nueva abadesa llega su confesor, un religioso en quien Juliette reconoce a su antiguo amor, conocido como Le Merle, que no es para nada religioso. En el pasado él la traicionó muchas veces.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Debolsillo

ISBN: 9788497938594

Fecha de edición: 01/2006
Tamaño: 19x13 cm

Número de páginas: 384

Idioma: Español
Encuadernación: Rústica
Precio: 8,95 euros


Período de lectura:

Empezado: 22 de enero de 2013

Terminado: 01 de febrero de 2013


Una pequeña opinión personal:

En mi opinión, de novela histórica no tiene más que la categoría del género... porque prácticamente toda la trama se desarrolla dentro del convento... y no tiene mucho que haga referencia a la época en que se supone que se desarrolla la historia, más que algún que otro dato esparcido aquí y allí, tales como el nombre de algún rey de la época, para "remarcar" su categoría de novela histórica.

A mí me decepcionó, me esperaba mucho más.

Y por si eso fuera poco, encima la novela se me hizo aburrida, hasta casi la cuarta parte, en que la trama empezó a ponerse medianamente interesante.


Nota

5/10 (aprobado justito... y sólo porque hacia el final se puso interesante, bueno, y porque pude conseguir unas cuantas citas interesantes)


¿Vale la pena comprarlo?:

Dada mi experiencia, yo no lo recomendaría... si alguien duda entre comprarlo o no, yo le recomendaría que primero lo cogiera de la biblioteca.


Citas:

Tal vez la abadía sea el único refugio donde resulte posible dejar atrás el pasado. Claro que el pasado es una enfermedad ladina. Lo transporta un mero hálito de viento, el sonido de una flauta o los pies de una bailarina. Lo comprendo ahora, como siempre, demasiado tarde; pero ya no tengo adonde ir, salvo hacia delante. Comienza con los actores. ¿Quién sabe dónde acabará?

En lugar de amar a menudo, ama para siempre. La frase es de mi madre y resume la historia de mi corazón a lo largo de mi vida. Antes de llegar a la abadía creía entenderla: el amor a mi madre, el amor por los amigos, el amor oscuro y complejo de la mujer hacia el hombre. Cuando nació Fleur todo cambió. El que jamás lo ha visto puede pensar que comprende el océano, pero sólo si piensa en relación a lo que conoce; imagina una gran masa de agua, mayor que una repesa de molino, mayor que un lago. Por otro lado, la realidad supera la imaginación: los olores, los sonidos, la angustia y la alegría trascienden toda comparación con la experiencia previa. Así sucedió con Fleur. Dede mi decimotercer verano no había tenido lugar un despertar semejante. Desde mi primer instante, desde el momento en el que la madre Marie me la entregó para amamantarla, supe que el mundo había cambiado. Había estado sola y jamás me había percatado; había viajado, luchado, sufrido, bailado, fornicado, amado, odiado, llorado  triunfado totalmente sola, vivido de un día a otro como un animal, sin preocuparme por nada, sin deseos ni temores. De repente todo era distinto: Fleur estaba en el mundo. Yo era madre.

Jamás apuestes lo que no estás dispuesta a perder.

Como dicen los isleños, todo vuelve. Y el pasado entre precipitadamente, como la marea.

Era un amante extraño. Distante, cauteloso, ensimismado, y en la pasión tan callado como un íncubo. Las mujeres lo encontraban atractivo, sin bien en la mayoría de los casos se mostraba indiferente en sus insinuaciones. No lo hacía por lealtad hacia mí. Lisa y llanamente, era un hombre que como ya contaba con un abrigo no encontraba motivos para tomarse la molestia de comprar otro. Más adelante vi quién era de verdad: un ser egoísta, superficial y cruel. Durante una temporada me embaucó; estaba tan hambrienta de afecto que me di por satisfecha con las migajas que me arrojó.

Todo está vinculado: el mundo está en movimiento alrededor del sol, todo vuelve y, por muy modesto que sea, cada acto tiene un millar de repercusiones.

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