lunes, 20 de agosto de 2012

Kafka a la platja (Kafka en la Orilla) - Haruki Murakami




Datos del libro:

Título: Kafka a la Platja (Kafka en la Orilla en español)

Título original: Umibe no Kafuka

Autor: Haruki Murakami

Sinopsis: Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón, si es que la hay, son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica, y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, a quienes apenas recuerda porque también se marcharon de casa cuando era muy pequeño. El azar, o el destino, le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa mujer mayor, tan mayor que podría ser su madre, llamada Saeki. Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia –en el sentido clásico–, sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido –en el sentido real–: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida. En una excursión escolar por el bosque, él y sus compañeros cayeron en coma; pero sólo Nakata salió con secuelas, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para expresarse y comunicarse... salvo con los gatos. A los sesenta años, pobre y solitario, abandona Tokio tras un oscuro incidente y emprende un viaje que le llevará a la biblioteca de Takamatsu. Vidas y destinos se van entretejiendo en un curso inexorable que no atiende a razones ni voluntades. Pero a veces hasta los oráculos se equivocan.


Datos de la edición que yo leí:

Editorial: Empúries

ISBN: 9788497872096

Fecha de edición: 11/2006

Tamaño: 23x15 cm

Número de páginas: 480

Idioma: Catalán (también disponible en español)

Encuadernación: Rústica (con solapa)

Precio: 23 euros


Período de lectura:

Empezado: 06 de agosto de 2012

Terminado: 16 de agosto de 2012


Una pequeña opinión personal:

Primer libro que me leo de Haruki Murakami y seguro que no será el último. Me ha encantado.

El libro es raro y surrealista. De hecho, muy raro y muy surrealista... pero es quizá esa rareza, ese soplo de aire fresco, lo que lo hace tan interesante.

Tal vez también influya el hecho de que me encanta el surrealismo; me encantan las novelas en las que se mezclan las vidas de dos o más personas, ver cómo se van influyendo entre sí, aún sin conocerse; me encantan las historias con varias tramas y ver cómo se mezclan y solapan entre sí... pero sobretodo, me encanta que una novela me enganche de tal manera que no pueda dejar de leer, que esté deseando tener un momento para poder ponerme con ella... y todos esos ingredientes se encuentran justamente en este libro.

Además, le estoy muy agradecida a este libro... la razón era que llevaba una mala racha con los libros... desde Hija de la Fortuna de Isabel Allende no había conseguido engancharme con ningún libro, todos los iba dejando a las pocas páginas, así que me tiré todo el mes de julio sin leer nada :( Pero este libro me ha devuelto la ilusión por la lectura :128:


Nota

10/10 (y porque no puedo darle más, que si no...)


¿Vale la pena comprarlo?:

Sí, sí y sí. Es  un libro que te atrapa, que te mantiene en vilo hasta el final... en fin, como he comentado, me pareció un soplo de aire fresco... viene bien, de cuando en cuando, probar algo diferente, y este libro lo es... es diferente.


Citas:

*Como las citas las copié en catalán, pues el libro que leí estaba en dicha lengua, os las dejo traducidas al español.*

Hay veces en las que el destino es como una tormenta de arena muy pequeña que no deja de cambiar de dirección. Intentas evitarla, pero la tormenta te sigue. Vuelves a cambiar de dirección, pero la tormenta hace lo mismo que tú. Esto se repite una y otra vez, como si fuera una ominosa danza con la muerte justo antes del alba. Y eso es así porque esta tormenta no es algo que haya venido de lejos y que no tenga ninguna relación contigo. La tormenta eres tú. Algo que hay dentro de ti. Por lo tanto, lo único que puedes hacer es admitirlo, entrar de lleno, cerrar los ojos y taparte las orejas para que no te entre arena, y avanzar paso a paso hasta salir. Dentro de la tormenta no hay sol, ni luna, ni dirección, y a veces ni tan solo existe el tiempo tal como lo conocemos. Lo único que hay es una arena blanca y fina, como de huesos pulverizados, que llena el cielo. Te has de imaginar una tormenta así.
Y no hace falta decir que lo conseguirás. Dejarás atrás esta violenta tormenta simbólica y metafísica. Ahora bien, por muy simbólica y metafísica que sea, esta tormenta es capaz de cortar la carne como mil hojas de afeitar bien afiladas. La gente sangrará, y tú también. Será una sangre caliente y roja. Y tú la tomarás con las manos. Tanto la tuya como la de los demás.
Y cuando la tormenta se acabe, no sabrás cómo has salido de ella ni cómo has podido sobrevivir. Ni tan solo sabrás con certeza si se ha terminado. Pero una cosa es segura: cuando salgas no serás el mismo que entró. Ese es el sentido de la tormenta de arena.

El día que cumpla quince años me iré de casa, iré a una ciudad lejana y desconocida y viviré en un rincón de alguna biblioteca pequeña.

Es verdad que los conocimientos y técnicas que te enseñen en el instituto no te servirán de gran cosa en la vida real. Los profesores mismos son un montón de ineptos. Ya lo sé. Pero escúchame: te irás de casa. Cuando lo hagas, puede que ya no tengas ocasión de volver a estudiar, así que, tanto si te gusta como si no, más vale que absorbas todo lo que te enseñen. Has de ser como un papel secante. Después ya decidirás lo que te quedas y lo que tiras.

Siempre encuentras una profecía que parece un charco secreto de agua oscura.
Normalmente está escondido en algún lugar que no conoces. Pero cuando llega el momento sale sin hacer ruido y te hiela todas las células del cuerpo. Te ahogas en ese cruel remolino e intentas coger aire. Te aferras a un respiradero que hay cerca del techo y buscas desesperadamente el aire fresco de fuera. Pero el aire que entra es seco y te quema la garganta. El agua y la sed, el frío y el calor... Estos elementos que en teoría son opuestos se alian para atacarte.
El mundo es un espacio enorme, pero el espacio que te ha de acoger a ti -que no hace falta que sea muy grande- no está en ninguna parte. Cuando buscas la voz sólo encuentras un silencio profundo. Pero cuando buscas el silencio siempre encuentras la voz de la profecía. Y a veces es como si esta voz pulsase un botón secreto que tienes escondido en algún punto del cerebro.
Tu corazón es como un gran río que crece después de una tromba de agua. La corriente arranca todas las señales que hay en la orilla y se los lleva a un lugar oscuro. Y la lluvia continua repicando con fuerza en la superficie del río. Siempre que ves imágenes de inundaciones en las noticias piensas que tu corazón es exactamente igual.

Soy libre, pienso. Cierro los ojos y me quedo un rato penando en mi libertad, pero aún no termino de entender lo que significa. Lo único que entiendo es que estoy completamente solo. Estoy completamente solo en un lugar que no conozco. Como un explorador solitario que ha perdido la brújula y el mapa. ¿Ser libre significa esto? Tampoco lo sé. Más vale que piense en otra cosa.

Todos van vestidos a su manera, acarreando cosas, caminando agobiados, dirigiéndose cada uno hacia su objetivo. Me quedo un buen rato contemplando este espectáculo y me imagino como será todo dentro de cien años.
Todos los que estamos aquí (incluido yo) habremos desaparecido, nos habremos convertido en polvo o cenizas. Este pensamiento me hace sentir raro. Todo lo que tengo delante me parece irreal, como si fuera a salir volando con un golpe de viento.

Todo es un problema de imaginación. Nuestra responsabilidad empieza con la capacidad de imaginar. Yeats escribió: In dreams begin the responsabilities. Es justo así. Dicho de otra manera, allí donde no hay capacidad de imaginar no puede surgir la responsabilidad.

Pero ya sabes que esta calma no durará mucho. Aquello te perseguirá hasta donde haga falta, como una fiera incansable. Se adentrará en el bosque. Es fuerte, persistente y despiadado; no conoce ni el cansancio ni el abandono. Aunque te abstengas de masturbarte, vendrá en forma de sueño erótico. Quizás en el sueño violarás a tu madre y a tu hermana. Es una fuerza incontrolable, te supera. Lo único que puedes hacer es aceptarla.
Tienes miedo de la imaginación. Y aún tienes más de los sueños. Tienes miedo de la responsabilidad que emana de los sueños. Pero no puedes estar sin dormir, y si duermes seguro que sueñas. Estando despierto puedes controlar la imaginación, pero los sueños no puedes controlarlos de ninguna manera.

La experiencia me dice que cuando buscas una cosa con todas tus fuerzas no la encuentras y que cuando intentas huir de ella como sea te la encuentras delante.

La vida de la señora Saeki se detuvo a los veinte años, cuando se murió su novio. O puede que incluso antes... No te lo sabría decir. Lo que debes entender es que las agujas del reloj que tiene dentro del alma se detuvieron en aquella época. Evidentemente, el tiempo de fuera también pasa y la afecta, pero para ella es un tiempo sin sentido.

Kafka, normalmente en la vida llega un punto en el que no se puede retroceder. Pero a veces también llega un punto en el que no se puede avanzar. Y cuando eso pasa, tanto si nos gusta como si no, no nos queda más remedio que aceptarlo sin protestar. Si queremos vivir, tenemos que hacerlo así.

No es el hombre el que escoge el destino sino que el destino escoge al hombre.

El presente es una avance inabarcable del pasado que devora el futuro. De hecho, cualquier percepción ya es recuerdo.

El "yo" es al mismo tiempo el contenido de una relación y aquello que establece esa relación.

Hegel es quien definió la autoconciencia. Decía que una persona no es sólo consciente de su yo y de un objeto como entidades separadas, sino que mediante la proyección del yo a través del objeto también era capaz de adquirir voluntariamente una mejor comprensión del yo. Eso es la autoconciencia.

Kafka, piensa que quizás la mayoría de la gente no quiere ser libre. Sólo lo piensan. Tienen la ilusión de que quieren serlo, pero si realmente les diesen la libertad no sabrían qué hacer con ella. Recuérdalo: en general, la gente prefiere no ser libre.

Pensar mucho pero mal es peor que no pensar.

Lo que hay fuera de ti es una proyección de lo que hay dentro de ti, y lo que hay dentro de ti es una proyección de lo que hay fuera.

¿Por qué lucha la gente? ¿Por qué centenares de millares de personas, incluso millones, se juntan e intentan matarse los unos a los otros? ¿Es una lucha provocada por la rabia o por el miedo? ¿O quizás la rabia y el miedo no son sino dos caras de la misma moneda?

El pasado es como un plato roto en mil pedazos: por mucho que lo intentes, no puedes repararlo.

Todos vamos perdiendo cosas importantes. Oportunidades, sentimientos que ya no volverán... Forma parte de la vida Pero dentro de nuestras cabezas hay una habitación donde podemos ir guardando esos recuerdos. Una habitación organizada como las estanterías de esta biblioteca. Y para saber dónde está nuestra alma, tenemos que ir haciendo fichas. De cuando en cuando hemos de quitarle el polvo, airearla y cambiar las flores. Dicho de otro modo, cada uno tiene que vivir dentro de su propia biblioteca.

1 comentario:

  1. Tere, comparto la mayoría de estas citas. De hecho al leer el libro te vas sorprendiendo de ver expresados estos pensamientos que en tu mente ya habían aparecido alguna vez ya antes.

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